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Publicado por: www.eltiempo.com - Agosto 16 de 2015

 

Canal Uno presenta la película 'Retratos en un mar de mentiras', que aborda la guerra en Colombia.

Julián Román todavía estaba en el colegio y ya había oído hablar de los paramilitares. Y también sabía de la guerrilla y de las violencias del país. Era inquieto y lo sigue siendo. Controvertía y controvierte, y le duele la historia de Colombia. “Aquí todo empezó con el tema bipartidista, y de ahí nos fuimos a la guerrilla y a los ‘paracos’, en un círculo vicioso de violencia de siglos, en el que lo más preocupante son las víctimas y esos cinco millones de desplazados que tenemos”, dice.

Él, desde el cine, ya fue un desplazado. Lo hizo en Retratos en un mar de mentiras, la película que hoy presenta canal Uno, a las 3 p. m., en el inicio de la Semana por la paz del canal.

En esta producción, de Carlos Gaviria y grabada en el 2009, Román representa a Jairo, un fotógrafo que decide acompañar a Marina (Paola Baldión) a recuperar las tierras de su abuelo, que les arrebataron los paramilitares. Ella, por ese hecho, perdió la voz y la memoria.

“Fue una producción muy íntima y artesanal, de bajo presupuesto y muy interesante de hacer porque, incluso, la asistencia de vestuario la hicimos prácticamente Paola y yo, pues como íbamos grabando por carreteras, el Negro (Gaviria) decía que hiciéramos una escena en tal o cual sitio”, comenta.

Román afirma que pese a la dureza de la historia, a lo desgarrador del tema, todo quedó explícito sin necesidad de tantas violencias en la imagen.

El actor, de 38 años y uno de los mejores de su generación, cuenta que este personaje fue interesante “porque mostró que la violencia puede llegar en cualquier momento. Jairo no es un despistado, pero sí de los que cree que la guerra es en otro lado, que no lo toca y, cuando le llega, no hay vuelta de hoja, su faceta de charlatán, de creer que se las sabe todas, de yo voy a recuperar las tierras de mi abuelo sí o sí, lo llevan a convertirse en una estadística de esa guerra”, dice.

Esto fue en el cine. Y en la televisión, el actor bogotano ha representado otros personajes del conflicto.

Uno de los más recordados es el de Carlos Castaño en la serie Los tres Caínes, “un personaje que si lo juzgo leyéndolo, no lo hago. Pero realmente fue un ser tan malvado de nuestra patria que tomó tantas decisiones desastrosas, que uno no entiende cómo quería tanto a la mamá y a los hijos, cómo está en una fiesta familiar y de allí sale a ordenar una masacre”, afirma.

Con Castaño, además, le han pasado cosas “como que un día me encuentro con un periodista que me dice, como en medio secreto, que la escena del asesinato del hombre no fue como se emitió, porque él vive en Israel. Puede ser, ¿por qué no? Unas autodefensas que manejaron el 80 por ciento del Congreso pueden hacer lo que quieran. Pero si lo mataron, pues fue un criminal que murió en su ley, pese a que muchos medios quisieron venderlo como un hombre que ayudaba a las gentes de bien para que nos les hicieran daño las gentes del mal... Hasta en eso nos dividimos”, agrega.

Y recientemente y durante ocho capítulos Román fue 38, en Lady, la vendedora de rosas, un personaje muy importante en la vida de Lady Tabares, en quien se basa la historia.

“Era un sicario al que le tuve que buscar lo humano, lo que lo quebraba, y era tener una familia, a pesar de las decisiones que tomó en la vida. Cuando hablé con la mamá de Lady, ella me dijo que era un hombre que había nacido en unas condiciones difíciles y que, como sucede en estos casos, le había tocado bravear. No fue un líder ni nada, fue un hombre que se volvió sicario”.

Desde estos personajes, Román ha recorrido un conflicto que le duele y que, según dice, hay que ver desde las víctimas con más atención, “como lo plantea Retratos en un mar de mentiras, para que no nos perdamos en nuestra historia”.

Los premios

‘Retratos en un mar de mentiras’, dirigida por Carlos Gaviria, fue la mejor película en los festivales de cine de Guadalajara (México), Kerala (India), Viña del Mar (Chile), Valladolid (España), Ginebra (Suiza), San Juan (Puerto Rico), Austin (Texas, EE. UU.) y Bogotá, así como Mejor ópera prima en el Festival Internacional de Cine de Cartagena.

Para John Jairo Ocampo, gerente de RTVC, socio del canal Uno, presentar esta película “es un escenario perfecto para enviar mensajes y proyectos alusivos a la paz, que construyan identidad cultural en torno a la reconciliación”.