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Darío Gómez, en el estreno de Coronel en su laberinto: «Mis canciones quedarán eternas hasta que mi Dios lo permita»

Darío Gómez, en el estreno de Coronel en su laberinto

En su última entrevista concedida en vida, el Rey del despecho recordó los episodios más importantes de su historia musical.

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El pasado 26 de julio de 2.022, Colombia se acostó a dormir con una noticia triste e inesperada: la muerte a los 71 años de Darío Gómez, ídolo máximo de la música popular en el país. El Rey del despecho fue justamente el primer invitado de Coronel en su laberinto, el nuevo show de entrevistas de Señal Colombia, conducido por el músico cartagenero Juan Carlos Coronel. En un encuentro muy emotivo, Darío Gómez desempolvó los episodios más importantes de su vida y su surgimiento y ascenso en la música colombiana.

«El único eterno es Dios. Yo seré eterno hasta él que me dé permiso de irme», destacó el cantante antioqueño en el arranque de la entrevista con Juan Carlos Coronel. «Mis canciones quedarán eternas hasta que mi Dios me lo permita», puntualizó el Rey del despecho.

El origen de su mayor éxito

El juego palabras entre su frase y el apodo que lo inmortalizó a lo largo de una carrera de más de 50 años, conectó con el origen de su mayor éxito: Nadie es eterno.

«La historia de Nadie es eterno es que el camposanto de San Jerónimo, (Antioquia, su lugar de nacimiento) hace 60 años, dejó prestar sus servicios (…) Quise pasar un fin de semana que me invitó un gran amigo, Luis Ernesto Gallego. Y con los guaritos en la cabeza me dice Darío por qué no vamos donde era el cementerio antes». Al recorrer el antiguo cementerio de San Jerónimo, recordó Gómez, surgió la idea de la canción a partir de una frase de su amigo. «Nadie es eterno en la vida, mire en lo que queda uno. Y yo dije, voy a hacer una canción (…) Ese es el tema más vendido en mi historia musical y que me comenzó a internacionalizar».

Su nota con Juan Carlos Coronel los trasladó por diferentes locaciones en Antioquia y que incluye los puntos de vista del conductor de programa. En un bar con los licores de la barra al fondo, Darío Gómez recordó el origen de su cercanía con la música y agradeció a su abuelo, quien lo acercó a lo que sería una carrera difícil de comenzar durante los años de los setenta.

Un largo camino hacia el reconocimiento

«Mi abuelo Carlos Zapata iba a San Jerónimo desde Medellín a entretenernos en diciembre (…) Y un día llegó con una guitarra media. Me enseñó las escalas, los ritmos y yo tocaba el pasillo Esperanza».

Sobre sus inicios como cantante, Gómez destacó las complicaciones para ser tenido en cuenta. «Estuve tocando puertas entre los 16 y los 26 años». Añadió que la primera canción que compuso se llamó Casita vieja. Y posteriormente, agradeció a Luis Carlos Montoya, de la disquera Codiscos, quien le dio la oportunidad de debutar como músico en junio de 1.976. «Me llegó la razón en la empresa donde yo trabajaba como obrero». De ahí viene la primera canción que Darío Gómez interpretó: La novia del chofer para un LP de música parrandera y decembrina.

«Me llamaron a promocionar La novia del chofer y fuimos a tomarnos la foto con una mujer y un taxista». Semanas después, Luis Carlos Montoya le recordó a Darío que no había ido a Codiscos por el pago y que recibió 2.000 pesos. «Y cómo fue de buena plata para mí que hice mi primera casa en el 12 de octubre».

Aunque La novia del chofer fue censurada por su doble sentido, la carrera de Darío Gómez ya había escrito un camino de no retorno hacia el éxito. Su primer hit comercial, señaló Gómez, fue Ángel Perdido, que le produjo regalías generosas por más de 750 copias vendidas en seis meses. Acerca de su interés por el dinero, Juan Carlos Coronel apuntó una situación que el Rey del despecho hacía evidente. Su interés iba más allá, pues siempre lució desentendido hacia las ganancias que iría acumulando como producto de su música. El dinero fue, más bien, un accidente como consecuencia de su talento.

«Yo he hecho un poco más de 900-950 canciones. Desde los 16 años hasta ahora que acabo de cumplir 70 años. Pero cuando me contrataron en Codiscos, después fue Director Artístico de 1.979 en adelante para seleccionas música de grupos y orquestas y también para componer canciones para que las grabaran». Entre la larga lista de más de 50 artistas que interpretaron composiciones suyas, se destacan Rodolfo Aycardi y Los Hispanos.

El despecho como su motor musical

En principio, Darío Gómez fue contratado por Codiscos para grabar canciones de parranda. Sin embargo, como es sabido, el motor de inspiración de su música siempre ha sido el desamor. «A mí me han roto el corazón muy poquitas veces. La primera mujer que tuve, porque nos tuvimos que separar a los 7 años de matrimonio. Siempre en un principio me preguntaba la gente si yo era casado y yo decía que era separado, y que quién tuvo la culpa y yo me la echaba, pero no fue así. Como a los 8-10 años después, reconocí que fue infidelidad de ella. Yo fui un hombre muy leal, pero ella se confió demasiado y jugó a las dos cartas». En esa infidelidad recibida, Darío Gómez resaltó el disparador de su esencia musical y, en tono cómico, destacó ese hecho de manera positiva. «Si ella no me traiciona estaría cantando música de parranda no más».

«Empecé a tomar aguardientico para pasar las penas. Qué bueno yo cantarle al desamor a la traición. A las penas y a partir de los años ochenta empecé a imponer el despecho y la gente se dio cuenta que yo venía con un estilo».

En ese sentido, el apodo de Rey del despecho llegó después. Gómez recordó la primera vez que se le llamó así, a partir de una intervención radial en Cali. Fue durante un concurso en que los oyentes llamaban en vivo a la emisora y todos coincidieron en etiquetarlo como El Rey del despecho.

Una traición desconocida y una nueva canción

Darío Gómez ya había mencionado que le rompieron el corazón pocas veces, pero que de la crisis del dolor surgió la oportunidad de la inspiración. Sin embargo, regresó a estos eventos para revelar algo más. «Marta Nubia y Olga Lucía (sus exesposas) y una tercera persona me han roto el corazón». Al respecto, Juan Carlos Coronel no dejó pasar la oportunidad y le propuso a Darío Gómez la idea de componer una canción sobre esa mujer de identidad desconocida que, en palabras presentador, el Rey del despecho no habría podido olvidar.

Fue así como Coronel, con permiso de Darío Gómez, compuso una pieza sobre ella que tituló La innombrable. Un ejercicio creativo que surgió en su diálogo con el cantante antioqueño y que, para el momento, en que se volvieron a encontrar tiempo después para el cierre del episodio, Coronel ya tenía compuesta y practicada.

«La innombrable, la escondida, sólo mi corazón padece tu amor que fue… una mentira»
«La innombrable la prohibida por más que trato de olvidarte mi mente nunca te olvida
»

En un segundo encuentro con Darío Gómez, Juan Carlos Coronel interpretó su canción en clave de música popular ante la sensación de gratitud del Rey del despecho.

El luto familiar

Entre distintas vivencias personales que desempolvó durante el episodio, se destaca el de la muerte de su hija, Luz Dary, víctima fortuita de la violencia que se tomó Antioquia en los años noventa.

«A mi hoja Luz Dary la asesinaron en un encuentro violento en Medellín». Su hija iba en un autobús y junto a ella, el miembro de alguna banda ilegal. «El conductor dice que (…) por darle a él le dieron a mi niña. A Daniela mi nieta la deja huérfana teniendo seis años. Y ya había sido huérfana de padre tres años atrás».

Su deseo de componer una canción para reflejar el amor hacia su nieta y el dolor que le produjo el asesinato de su hija fue un proceso que le tomó dos años.

Tal como ocurrió en el arranque, en el cierre del episodio inicial de Coronel en su laberinto, Darío Gómez repitió una mención a la muerte. «Quiero que me recuerden con cariño o con amor», al hablar pensando en la posteridad. Y cuando Juan Carlos Coronel le preguntó cómo se veía cuando tuviera noventa años, el Rey del despecho contestó entre risas, «yo me imagino que a los 90 años estoy cantando pero desde el cielo».

No te pierdas Coronel en su laberinto

Recuerda que a partir de este 31 de julio, Coronel en su laberinto estará disponible en la pantalla de Señal Colombia los domingos a las 8:30 p.m. a través de 10 episodios donde el músico cartagenero entrevista a artistas consagrados. También podrías ver la serie por la web, vía streaming, en https://www.senalcolombia.tv/ (sólo para Colombia) y en nuestra plataforma https://www.rtvcplay.co/, una vez emitidos los capítulos al aire.

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