"Es un deber histórico y cultural mantener viva la memoria documental y audiovisual": Lisandro Duque, director de cine
Una de las obras más importantes de la literatura colombiana, ‘La Vorágine’, escrita y publicada en 1924 por el autor José Eustasio Rivera, llega a RTVC Sistema de Medios Públicos a través de su pantalla de Señal Colombia.
De lunes a viernes a las 7:00 p. m. los colombianos podrán disfrutar de este clásico televisivo, protagonizado por reconocidos actores como Armando Gutiérrez, Florina Lemaitre, Frank Ramírez, María Fernanda Martínez y Waldo Urrego.
La miniserie de 7 capítulos narra las aventuras del poeta Arturo Cova y su amante Alicia en los llanos orientales y en la selva amazónica en la época conocida como la “fiebre del caucho”.
RTVC dialogó con el director de cine y guionista Lisandro Duque, quién llevó a cabo la dirección y la adaptación de la obra literaria a la televisión, en 1990:
Entrevista
Maestro Lisandro, ¿Por qué es tan importante ´La Vorágine’ para Colombia?
Porque en la historia de Colombia hay tres obras sagradas de la literatura. La primera, ‘María’ de Jorge Isaacs publicada en 1867. Después ‘La Vorágine’, que se publicó en 1924. Cuando murió José Eustasio Rivera en Nueva York estaba gestionando con una productora americana la eventualidad de llevarla al cine americano porque se volvió en muy poco tiempo en un éxito mundial en ventas, traducida a varios idiomas. La tercera es ‘Cien años de soledad’ de Gabriel García Márquez, publicada en 1967. Esa es una trilogía sagrada para los amantes de la literatura colombiana.
¿Por qué la idea de llevar un clásico literario a la televisión colombiana?
La versión literaria de José Eustasio Rivera es muy rica en anécdotas selváticas, en reflexiones que nutren el alma desesperada de sus personaje cautivos, enfrentando la calamidad de un mundo que desconocen que es el de la selva. Es una novela muy audaz que ofrecía un magnífico material para una historia de aventura.
¿Cuál fue su mayor reto para realizar la adaptación del texto a la televisión?
Uno de los factores que significó una novedad para mí y que me intimidaba un poco, es el hecho de que yo nunca había hecho televisión, en televisión no se puede trabajar con el mismo ritmo que en cine. Yo no había trabajado con tanta cantidad de gente en diversas locaciones y con dos o tres cámaras, yo estaba acostumbrado a filmar con una sola cámara. Los productores de RCN en esa época estaban asustados porque el proyecto se colgó. Así que poco a poco fui cogiéndole el tirito al trabajo con varias cámaras y así avanzó más fluidamente el rodaje.
¿Qué fue lo más difícil de filmar ‘La Vorágine’?
Grabar en la selva. Yo siempre le tuve pánico a la selva. Fue una serie que duramos 3 meses haciéndola. Estuvimos en Leticia, en selvas del Perú, Brasil y Ecuador y en los llanos orientales. La selva ofrece muchas sorpresas terribles. Cada rato se nos aparecían culebras, tuvimos muchos problemas con los zancudos y el clima. Para mí fue una experiencia muy valiosa, muy reveladora, el poder estar en la selva, grabando en condiciones bastantes inclementes.
¿Cómo fue la respuesta del público colombiano con la serie en televisión?
Fue una novela que tuvo mucho éxito en el momento en que salió al aire. Esa novela se estrenó a las 6 de la tarde los domingos, ese era un horario maldito en la televisión porque tenía un 10% en rating. Pero fue tan exitosa que ese espacio se disparó en sintonía. Fue un momento muy feliz para la televisión colombiana.
¿Su mejor recuerdo de ese momento como director?
Que trabajé con un reparto gigantesco. Estuve acompañado de amigos entrañables como Frank Ramírez, Armando Gutiérrez y Waldo Urrego. Además de tener la responsabilidad de hacer una de las producciones más costosas para la televisión colombiana en su momento. Esa serie costó un millón de dólares pero que se compensó por el éxito en sintonía no solo en Colombia sino en el exterior.
¿Cómo le parece que RTVC a través de Señal Colombia, emita series históricas como ‘La Vorágine’?
Me encanta mucho. Me parece que es un deber histórico y cultural mantener viva la memoria documental, audiovisual y de ficción de nuestro país. Es muy importante que Señal Colombia y Señal Memoria, la televisión pública, se ocupe de este tipo de restauraciones. Les da la certeza a los espectadores jóvenes, que el país no empezó apenas con la pandemia.
¿Hoy en día, qué novela le gustaría adaptar?
Hay varias novelas que me gustan mucho. Me gustaría mucho para una película, una novela de Tomás González, escrita hace como dos o tres años, que se llama ‘El expreso del sol’. También una novela literaria de mi autoria que acabo de sacar al mercado que se llama ‘Las reglas del fuego’, tiene una cantidad de componentes que la vuelve muy atractiva para el cine.